jueves, 4 de octubre de 2012

Ciclo de minipublicaciones de actualidad: 1.- El Barato

Cuenta la leyenda que hubo un tiempo en que en el mundo desarrollado reinaba el optimismo y la prosperidad. Las economías nacionales crecían y crecían, la gente era feliz con sus trabajos, con sus estudios, con su familia. Una vorágine de consumismo nos absorbía y eso propiciaba un crecimiento aun mayor mayor del los PIB's, de la industria... era la edad de oro del capitalismo. Mas quisieron un día que los azares de un sátiro destino corrompiesen ese positivismo y dejaron que la crisis económica, el más grande de los Titanes del Tártaro de nuestro días, viese su vía libre hasta el mundo mortal y, con ello, se desatasen el pánico y el caos del que ahora somo víctimas.

Vivimos unos tiempos sombríos en que, si antes todo eran baby booms y primeras marcas, ahora, los que hemos resistido al irresistible azote económico que ha llevado a algunos a acabar con sus vidas, nos hemos lanzado de cabeza al consumo de las mal llamadas marcas blancas.

Esta es la clase de pinta que presentan las marcas blancas. Terrorífico ¿Verdad?

 Las marcas blancas dan a las familias el respiro financiero que tanto se anhela en estos días. Permiten llenar el carro de la compra de todos los productos necesarios para llevar a cabo un estilo de vida digno a un precio muy inferior al de las marcas convencionales, pero ¿Sabemos a costa de qué? ¿Cómo consiguen estas empresas unos precios tan inverosímiles en un mercado tan competitivo como el actual? Muchos dirán que es porque estas marcas prescinden de la publicidad y las acciones de márketing, pero nada más lejos de la realidad. Para hallar esta respuesta vamos a echar mano de uno de los más antiguos campos científicos, esta vez no hablaremos ni de economía, de márketing ni de nada que, a priori, se le parezca, hoy hablamos de la química.

Has leído bien, hijo... LA QUÍMICA


Vamos a tomar un ejemplo para ver fácilmente la causa de los precios bajos. Tomemos una lata de auténtica y genuina Fanta de naranja y otra de refresco de naranja Aliada. Aliada es la marca blanca del Corté Íngles, nótese que no me ha hecho falta ir a buscar al más sórdido de los supermercados de barrio para encontrar en su marca este fenómeno. Abre esas dos latas y echa un trago de cada una de ellas. "Mmmm, rico y refrescante" dirás cuando cuando pruebes la Fanta, pero: "Bueh, podría ser peor", cuando pruebes la Aliada. Ahora vierte cada uno en un vaso transparente y observa como el color de la Fanta, no solo es más opaco, si no que además transmite más calidez espiritual.

Esto es el efecto de uno de los compuestos químicos más desconocidos pero más usados hasta la fecha: El Barato. El Barato es la causa de ese sabor tirando a rancio, a pasado del refresco Aliada. Estas empresas lo que hacen es coger el producto genuino ya manufacturado y comprado al por mayor y mezclarlo con barato, variando su proporción en función de la marca de la que estemos hablando. De hecho, Aliada, es una de las que menos barato usa en la composición de sus productos, pero no me gustaría tener que hablar ahora de la Siti Cola del LiDL. Una de las características principales y más curiosas del barato es que se adapta a cualquier forma, desde un líquido transparente para la producción de bebidas hasta forma de pizza para la producción de, pues eso, pizzas.

El coste del barato es infinítamente inferior al de cualquier otro producto conocido. Con un solo céntimo se podrían comprar toneladas de barato en su forma más básica. Ese bajo coste y, de paso, el sabor a rancio y olvidado en el almacén del Carrefour cuando aun se llamaba Continente deriva de su proceso de fabricación, que parte de una infusión de hojas de periódico de las de color sepia, cartas Magic de las primeras ediciones y pastillas Fizz Roll amarillas entre tras muchas cosas que aun no se han descubierto (El gremio del barato es realmente secretivo en cuanto a su proceso productivo). Una de las formas más agresivas y polémicas del  barato es el conocido como garrafón, un invento del lobby de los carritos de bebé creado especialmente para propiciar los encuentros sexuales espontáneos y así aumentar su mercado potencial.

A la izquierda, un genuino Twix, a la derecha, su homólogo del LiDL. 50% Twix, 50% Barato, 100% Retortijones

El uso de este compuesto no se limita solo a la industria alimentaria. ¿Ta has preguntado alguna vez por qué la ropa de tu casa huele peor desde que tus pequeños hermanos gemelos vinieron al mundo? Puede que tu madre cambiase de suavizante y se pasase al Bosque Verde. Flagrante es el caso de unos falsos Phoskitos, comercializados bajo su nombre genérico "Espirales de bizcocho" cuya cobertura de chocolate llevaba tanto barato que se plastificó ella sola dando lugar al primer Phoskito acorazado de la historia. A día de hoy ese pseudo-Phoskito sigue intacto, totalmente ajeno al paso del tiempo.

¿Cual es el efecto del barato en el organismo? Sorprendentemente, positivo. A largo plazo, el cuerpo humano ha demostrado la capacidad de adaptarse a los productos de marca blanca asombrósamente rápido. En un estudio realizado por el instituto Charles J. Goldmeyer se ha comprobado que el 100% de las personas sometidas a una sustitución de sus productos habituales por otros de marcas blancas han sobrevivido y, no solo eso, también han desarrollado una capacidad de adaptarse al medio exterior un 347% superior a la de aquellos que consumen marcas de fabricante. Esto es así porque sus estándares han disminuido tan drásticamente que, donde un individuo normal moriría de inanición, a los sujetos del estudio no les ha dado ninguna clase de reparo desde comer pequeños insectos hasta chupar restos de suela de zapato con tal de llevarse algo a estómago.

"Después de probar los garbanzos del Sorli Discau, servidor ya no le hace ascos a nada" - Comenta uno de los participantes en el estudio.

Gracias una vez más por leerme y espero que esta información le haya sido de utilidad

¡AGUR!



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